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viernes, 10 de febrero de 2012

De revisiones va la cosa

Hola de nuevo amigos, perdonad mi ausencia estas semanas, pero ya sabeis que los exámenes son más absorbentes que Mermelada el día del orgullo.
En fin, hoy os escribo para hablaros de esos momentos que queramos o no acaban llegando cuando pasa la época de exámenes: las revisiones. Una pregunta que siempre me hago es ¿sirve de algo asistir a la revisión de un exámen o es una mera excusa de los profesores para desahogarse humillando a un pobre e indefenso estudiante? Bien, pues un equipo de investigación especializado yo he llevado a cabo un estudio que me permite saber si, dependiendo del profesor que sea, la revisión de un exámen será "exitosa" para mí. La clave está en su nariz. Sí, habeis leido bien, las fosas nasales del profesor esconden el secreto del éxito de una revisión. La clave, es lo que he llamado la "línea nasal" (término sujeto a derechos de autor). La teoría de la línea nasal dicta que cuanto más nasal sea la voz del profesor en cuestión, es decir, se acerque mas a la línea nasal, más cabronazo será y tu visita a su despacho se convertirá poco más que en un infierno. Por otra parte, cuanto más se aleje su voz de la línea nasal, más "moldeable" será este. Si se da este último caso, dejad lo que esteis haciendo e id a la revisión, una vez allí, revisad al examen y cuando acabeis romped a llorar como un buen fan de Britney y convencedle de que os ha sido imposible sacar más nota y que de ese examen depende que vuestra vida no se convierta en la de un paria social. Para ello existen tres elementos que por sí solos no dicen mucho, pero que cuando los juntas, nadie puede resistirse: se os ha muerto el perro, os ha dejado la novia y no consigues recordar donde vives debido a tus problemas con el alcohol. Haciendo esto, el profesor creerá que hay alguien en el mundo más desgraciado que él (porque si os dais cuenta, cada profesor se queja continuamente de lo lamentable que es su vida) y hará lo imposible para demostraros que el controla vuestro destino, cambiando la nota, generalmente, para bien (esto sirve para unas décimas, no me atrevo a asegurarlo cuando se trata de puntos completos).

Y claro, siempre estará el típico listo que dirá, "pero eso es lamentable, ¿es que no tienes escrúpulos?" Solo os diré una cosa, de escrúpulos no se come. De hecho, hay un credo sobre ello:

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